Una bomba de combustible es un componente esencial de un automóvil o de cualquier otro dispositivo con motor de combustión interna. A pesar de todo, muchos motores no requieren del uso de una bomba de combustible eléctrica, dado que utilizan a la gravedad para alimentar de combustible al motor. Pero en los diseños en donde no se utiliza la gravedad, el combustible tiene que ser bombeado desde el tanque hacia el motor y entregar baja presión a un carburador o alta presión a los inyectores. Generalmente, los motores a carburador utilizan baja presión de combustible proporcionada por bombas mecánicas instaladas fuera de los tanques, mientras que los sistemas de inyección usan bombas eléctricas que están montadas dentro del tanque de combustible (algunos sistemas de inyección poseen dos bombas; una de baja presión y alto volumen y otra de alta presión y bajo volumen cerca del motor). En los automóviles modernos, las bombas de combustible son eléctricas y están ubicadas dentro del tanque de combustible. La bomba crea una presión positiva en las líneas, haciendo que el combustible llegue hasta el motor. Las grandes presiones hacen que el combustible alcance su punto de ebullición, por este motivo al estar sumergidas en el tanque se evita que la bomba maneje vapor y de esta manera, evita las fallas en el motor. Otro beneficio de instalarlas dentro del tanque es que no pueden encender el combustible por causa de una falla mecánica (al contrario si hubiera vapores que son muy fáciles de encender) por lo que es una seguridad adicional.