Controla la temperatura del motor regulando el flujo del líquido refrigerante hacia el radiador. Logra rápidamente la temperatura óptima del trabajo del motor. Mantiene la temperatura del motor dentro de los valores normales de funcionamiento durante todo el año independientemente de la temperatura exterior.
• Evita el exceso de consumo de combustibles
• Aumenta la vida útil del motor
• Reduce la emisión de gases contaminantes